Aquélla vez estábamos abrazados
bordando la fotografía que recordara mañana,
de cómo éramos en esos días y lo que haríamos en los próximos minutos.
Tus pasos de noche me susurraban las luces de las tiendas
de harina tostada, maní callejero usada la ropa de
las músicas entre bares y dimes y diretes
de los anónimos pasantes de ese día cualquiera que con cautela
había querido seleccionar,
para nosotros.
2 comments:
Me gustó
pude encontrar un sabor especial a la cotidianeidad compartida
Saludos Gabriela
que pases buenas vacaciones
chau
no te preocupes gabriela
no escribo con un sentido cuando escribo en mi blog
sólo sale más barato que el psicólogo :P
saludos
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