No hay fuerzas, pero por dios
que no hay fuerzas.
El desagrado inunda las calles más transitadas,
aplasta agobiantemente, y mientras
dos cuerpos por tres milisegundos coinciden
en dos dimensiones,
se enciende la chispa animal de tachar,
tachar,tachar para el lado.
Me molestas.
Mujer pasajera, no me mires.
Mujer en blanco, no me hables.
Mujer en espera, no me esperes, guárdate
para cuando esté la situación de mirar de frente.
Odio estos finales,
pero más te odio a tí.
que no hay fuerzas.
El desagrado inunda las calles más transitadas,
aplasta agobiantemente, y mientras
dos cuerpos por tres milisegundos coinciden
en dos dimensiones,
se enciende la chispa animal de tachar,
tachar,tachar para el lado.
Me molestas.
Mujer pasajera, no me mires.
Mujer en blanco, no me hables.
Mujer en espera, no me esperes, guárdate
para cuando esté la situación de mirar de frente.
Odio estos finales,
pero más te odio a tí.